LAS SEÑALES DE CALMA: el lenguaje de los perros. Turid Rugaas

Durante muchos años entrené caballos, obtuve el título de monitora de equitación y competí en equitación de larga distancia.
Conseguí mi propio perro y empecé a entrenarlo en 1970.
Obediencia, adiestramiento en avalanchas, búsqueda y rescate, informes e instrucción.
Empecé a hacer cursos con el mayor Gimre, que estaba al frente de los perros del Ejército, y con quien pudiera aprender algo.
En 1984 conseguí mi propio local y empecé a dirigir las cosas a mi manera. Formé parte del primer grupo de jueces de agility del NKK, y estuve en él durante un corto periodo de tiempo.

Cooperé con Terry Ryan y visité sus campamentos varias veces. Ella me animó a escribir el libro sobre señales de calma cuando se enteró del estudio que había realizado con Staale Odegaard.
Empecé a viajar por el mundo y mis libros se publicaron en muchos idiomas.

En casa, me dediqué a desarrollar métodos y a buscar nuevas formas de educación, entrenamiento y de impartir cursos. Aprendimos más sobre el cuerpo, el cerebro y la fisiología, lo que cambió nuestra forma de trabajar.

En 1992 comencé a dar formación en educación canina y he impartido clases en muchos países hasta 2020.

Creé la asociación Pet Dog Trainers of Europe (PDTE), de la que sigo siendo miembro y presidenta.
Empecé a organizar simposios caninos en Oslo cada año, varios de ellos junto con Agnes Validaló, y conseguí ponentes de los que aprendimos mucho. Dirigí cada uno de ellos durante 7 años y me encantó. Contamos con tantos ponentes brillantes y aprendimos tantas cosas nuevas en esos años.

2018 fue un gran año para mí. Cumplí 80 años.

Me concedieron la medalla de Su Majestad el Rey Harald por mi trabajo a favor de los perros. Me jubilé y me mudé a Kristiansund, donde compré un campo de fútbol con una casa club. Mi hija Linda y yo estamos construyendo allí un lugar para perros llamado Hundeland.

Y eso es todo por ahora, ¡quién sabe lo que nos depará el futuro!