¿De verdad es todo o nada?

Ken Ramirez dando clase 2

¿Es realmente todo o nada?

#Kenramirez

Por Ken Ramírez, 25/02/2015 (Artículo original en Karen Pryor Cicker Training)    

Otro día, otra consulta de clícker Ken Ramirez y edogtorial

Si compartiera mi agenda de viajes con la gente, ¡la mayoría estarían horrorizados de la cantidad de tiempo que paso viajando! Mis seminarios públicos programados son sólo una fracción de los numerosos compromisos que tengo. Muchas de estas obligaciones no se publican en mi agenda pública, porque hago gran cantidad de consultas privadas. Una buena cantidad de la consultoría es con organizaciones y adiestradores profesionales que buscan una manera de hacer la transición a la utilización de métodos de refuerzo positivo. He estado trabajando con muchas de estas organizaciones durante más de 10 años y una gran cantidad de este trabajo me lo he traído conmigo a mi nuevo puesto en Karen Pryor Clicker Training.

¿Coincidencia …?

Cuando se hacen avances y veo adiestradores que utilizan nuevas herramientas y tienen éxito con ellas, ¡es muy gratificante y un gran refuerzo para mí!

Durante mucho tiempo mi misión ha sido ayudar a adiestradores tradicionales, mediante la introducción de las metodologías de refuerzo positivo, a encontrar soluciones útiles a los diversos desafíos de adiestramiento a los que se enfrentan. Ayudar a las personas con experiencia en el adiestramiento basado en la coacción puede ser muy difícil, lento y lleno de obstáculos y dificultades. Pero, cuando hacemos avances y les veo utilizar nuevas herramientas y tener éxito, ¡es muy gratificante y un gran refuerzo para mí! Esta es un área donde creo que puedo aportar una diferencia significativa. Mi trabajo en la última década me ha convencido de que vale la pena el esfuerzo.

Durante el mes pasado, en un lapso de tan sólo unas semanas, trabajé con cinco grupos diferentes que incluyeron varios cuerpos de seguridad, una organización de perros de servicio, una organización de perros guía y un grupo de grandes entusiastas de deportes caninos. Como es habitual, cada grupo tiene sus propios retos y obstáculos (y cada uno amplió mis capacidades de adiestramiento en nuevas formas). Estas necesidades y problemas diferentes pueden ser frustrantes y emocionantes al mismo tiempo.

Quería compartir un obstáculo con el que me enfrenté en tres ocasiones distintas, un obstáculo que llegó de un lugar inesperado. Si bien cada una de las tres conversaciones que tuve fue muy diferente, el obstáculo que cada uno de ellos me presentó era inquietantemente similar. Los tres encuentros se llevaron a cabo en el plazo de dos semanas, sin embargo, provenían de fuentes distintas. Todos los encuentros fueron conversaciones privadas que tuve con ellos durante el tiempo en el que estuve trabajando con su organización o grupo. Voy a detallar solo una conversación  a los efectos de este debate, pero las tres conversaciones tenían un tema similar.

Cliente: Agradezco los conocimientos que compartes con nosotros, Ken, ¡pero no puedo beber el Kool-Aid! (Kool-Aid es la marca de una mezcla en polvo saborizada para preparar zumos) ¡Francamente no puedo llegar a ser un entrenador de refuerzo positivo!

Ken: ¿Por qué no? ¡No estoy intentando que bebas una poción artificial! (Me siento a la defensiva, por lo que reduzco mi intensidad y continúo con una voz más calmada.) De hecho, no hay nada oculto en lo que estoy compartiendo con vosotros. Simplemente estoy enseñando varios principios científicos y las herramientas prácticas que te ayudarán a ser un mejor entrenador y a mejorar tu programa. ¡Quiero darte nuevas opciones para hacer frente a los problemas de comportamiento para que obtengas mejores resultados!

Cliente: ¡Pero algunas de las herramientas no tienen sentido para mis necesidades! (Dice en un tono bastante insolente).

Ken: ¡Lo sé! Es por eso que te estoy dando un montón de opciones, de modo que puedas utilizar las herramientas más adecuadas para ti y tu estilo de entrenamiento. Elije la herramienta o aplicación que entiendas y que tenga sentido para el desafío concreto al que te enfrentas. Con el paso del tiempo voy a ayudarte a aplicar las técnicas de manera eficaz.

Cliente: Pero me dijeron que si no abrazo toda la filosofía, entonces no tiene sentido utilizar sólo algunas de las técnicas. ¡Mezclar y combinar la coacción con el refuerzo positivo diluye la eficacia de ambas herramientas! ¡Y yo no estoy dispuesto a desprenderme completamente de mis 25 años de experiencia en el adiestramiento por una nueva moda!

Ken: ¡Espera, espera, espera! ¡Espera un minuto! Quiero averiguar lo que estás tratando de decir. ¿Dónde oíste esto? Creo que tienes algunos conceptos erróneos sobre el refuerzo positivo. Lo que quiero enseñarte no es ciertamente una moda ni es nuevo. ¿Puedes explicarme por qué te sientes así?

Cliente: Pensé que iba a conseguir una mejor comprensión del refuerzo positivo, tomando clases con un entrenador privado y usando las técnicas con mis perros en casa. Así que, me inscribí en una clase y me dijeron que el instructor no iba a trabajar conmigo. Si quería aprender sobre el refuerzo positivo, era todo o nada. Que no podía usar las correcciones o echaría por tierra todo el trabajo que íbamos a lograr mediante el refuerzo positivo. El instructor era bastante snob al respecto y mostró una actitud seria conmigo. Por lo tanto, dije “¡olvídalo!” (En realidad, él usó un lenguaje mucho más colorido que he decido no utilizar en este artículo). Tengo perros bien educados ya. Realmente no necesito su clase.

Ken: Hazme un favor. Dame una oportunidad esta semana y si no ves una manera en que yo pueda ayudarte, nos decimos adiós y ¡no tenemos que hablar nunca más de nuevo sobre el refuerzo positivo! Creo que es posible que hayas entendido mal al instructor o lo cogiste en un mal día, pero permíteme aclararte algunas cosas…

… Yo creo que no

Curso Ken RamirezNo voy a ir más allá con este diálogo en particular, sino que simplemente diré que este individuo cambió su punto de vista al final de la semana. ¡Está deseando que vuelva a trabajar con su organización de nuevo dentro de unos meses! Si la conversación anterior hubiera sido mi única conversación de ese tipo, probablemente no estaría compartiendo esta historia. Pero la estoy compartiendo porque tuve tres conversaciones similares. Cada conversación tenía detalles ligeramente diferentes, pero las personas con las que hablé, todas me dijeron que habían tratado o hablado con otro entrenador de refuerzo positivo y que abandonaban el uso de refuerzo positivo debido a este tipo de conversaciones.

¿Estamos saboteando nuestra propia causa sin darnos cuenta?

Yo había estado viajando durante varias semanas seguidas, pero en lugar de estar excitado por el progreso que había hecho en cada organización y sentirme feliz de estar de vuelta a casa, estuve preocupado durante todo el vuelo de regreso a casa. Todo en lo que podía pensar era en que mi mayor obstáculo en cada lugar había sido las conversaciones que mis clientes tenían con otros entrenadores de refuerzo positivo. ¿Estamos saboteando nuestra propia causa sin darnos cuenta?

Mi obligación de resolver problemas

Tengo la esperanza de que estos tres incidentes fueran coincidencias aisladas y únicas. Conozco a muchos colegas que comparten mi filosofía y esperanza, así que encuentro consuelo en este hecho. Sin embargo, también sentí que era importante compartir esta experiencia con los lectores, para compartir mis pensamientos iniciales sobre los temas que esta experiencia ha provocado en mí. Éstos son los temas clave para mí, algunos de los cuales voy a abordar en una carta o artículo futuro simplemente en aras del tiempo y el espacio:

1. Trabajar con adiestradores tradicionales y determinar la mejor manera de ayudarles a hacer la transición al uso del refuerzo positivo (que se comentará en esta carta).

2. Usar el refuerzo positivo para hablar con adiestradores cuyo enfoque difiere del nuestro (me referiré a este tema en esta carta).

3. La definición de lo que realmente significa ser un entrenador basado en el refuerzo positivo, (un tema que voy a tocar en una futura carta/artículo)

4. Confusión de los términos “castigo” y “refuerzo” y cómo nuestro esfuerzo por enseñar conceptos basados ​​en la ciencia choca con la comprensión del público en general de estos términos (también se tocarán en una futura carta/artículo)

5. Los retos de la enseñanza de conceptos amplios y generales y la aplicación de normas para el uso de los conceptos que se emplean en todos los escenarios (otro tema que voy a abordar en el futuro).

Como puedes ver, esta experiencia abrió un amplio espectro de pensamientos que quiero compartir y discutir en detalle.

Opciones positivas en un mundo realKen Ramirez

La filosofía de “todo o nada” viene de un lugar con buenas intenciones, pero no es realista de mantener...

Hoy me centraré sólo en los dos primeros puntos de mi lista, ya que ambos se aplican al trabajo con adiestradores que utilizan técnicas coercitivas con regularidad. Estos fueron el tipo de clientes con los que trabajé durante mis recientes semanas de viaje. Creo que la filosofía de “todo o nada” viene de un lugar con buenas intenciones, pero es poco realista mantener esa filosofía para manejarnos con los entrenadores que ya tienen una historia de uso del control aversivo y herramientas basadas en la corrección.

Mezclar refuerzos y castigos en el mismo entorno de aprendizaje

El mundo real está lleno de refuerzos y castigos que nos rodean constantemente. Nosotros, junto con nuestros animales, aprendemos de estas experiencias cada día. La existencia de ambos en nuestro mundo no hace que su propia presencia niegue su eficacia. Podemos reconocer que un fogón permite cocinar una deliciosa y muy reforzante comida, y al mismo tiempo aprender que tocar la superficie caliente del fogón con la mano desnuda es muy doloroso. Nuestras lecciones a largo plazo sobre estar cerca de un fogón dependerán del contexto y la historia de nuestras experiencias colectivas en torno a ese utensilio de cocina. Si cada vez que tratamos de cocinar esa deliciosa comida siempre terminamos tocando el fogón y nos quemamos la mano, esta experiencia (debido a nuestra torpeza, ineptitud o el uso inadecuado de herramientas) puede enseñarnos que la comida que anhelamos, simplemente no vale la pena.

Pero si se te enseña a cocinar correctamente, con las herramientas adecuadas, podemos evitar quemarnos de nuevo, o al menos hacerlo en raras ocasiones. Nuestro nivel de comodidad utilizando un fogón y cocinar nuestra comida favorita será más poderoso que las raras veces que nos quemamos, por lo tanto, todavía estamos con ganas de cocinar esa comida. Mi opinión es que tanto los castigos como los refuerzos trabajan en nuestro entorno conjuntamente todo el tiempo. Sin embargo, como entrenadores de refuerzo positivo, reconocemos que el uso de castigos, o cualquier aversivo, puede romper la confianza y la relación, que hemos trabajado tan duramente para desarrollar, con nuestros animales . Esta es una de las razones por las que no recomendamos mezclar los dos. Si trabajamos con jóvenes o nuevos adiestradores, podemos enseñarles a utilizar el refuerzo positivo de una manera que elimina completamente la necesidad de introducir las correcciones. Pero ese no es el caso si estamos tratando de ayudar en una transición de un adiestrador tradicional al uso del refuerzo positivo (más sobre esto más adelante).

El uso del control aversivo con animales que nunca lo han experimentado, o que no lo han experimentado en muchos años.

Es comprensible que algunos entrenadores puedan querer evitar a otros estudiantes en el aula (animales y personas) la exposición a las correcciones si esos alumnos no han visto o experimentado correcciones antes. Esa exposición puede ser una experiencia muy molesta e incómoda. Esta puede ser una razón válida para no querer que alguien que utiliza correcciones instintivamente esté en una clase. Sin embargo, hay varias opciones disponibles, además de simplemente negar a la persona el acceso a la enseñanza en clase. Una opción es explicar por qué deseas que evite el uso de esas herramientas en tu aula de formación. Muchos adiestradores y propietarios están más que dispuestos a probar, siempre y cuando se establezcan expectativas claras y les ayudes a través de los desafíos a los que se enfrentarán durante la primera o segunda clase.

Otra opción es la de ofrecer una clase separada (o una clase privada) a un adiestrador que tiene un historial de uso de técnicas de corrección. Esta alternativa evita que otros estudiantes se vean afectados por el uso de herramientas aversivas. Puedes encontrar, como yo, que sólo se necesita una o dos clases por adiestrador para ganar suficiente disciplina para evitar el uso de viejas herramientas en el aula de clases. Después de que las clases iniciales se manejen de forma privada, el adiestrador puede unirse a una clase grupal. Si queremos ver a adiestradores basados en la coacción hacer la transición, tenemos que encontrar una manera de trabajar con ellos.

Paso a paso

Tenemos que ayudar a estos estudiantes preparándolos para el éxito.

Mis experiencias en los últimos años me han ayudado a reconocer que se necesita tiempo para que alguien que ha usado una habilidad o técnica durante muchos años cambie a un nuevo método o utilice las nuevas herramientas. Así como nosotros enseñamos comportamientos a nuestros animales en pequeños pasos, aproximaciones sucesivas, me he dado cuenta que enseñar a los adiestradores a que dejen la utilización de correcciones requiere los pasos adecuados y una cantidad adecuada de tiempo. Tenemos que ayudar a estos estudiantes preparándolos para el éxito. Darles pasos y metas que sean alcanzables y realizables y llevarlos en pequeños incrementos hacia nuestro objetivo de utilizar el refuerzo positivo.

Ken Ramirez dando claseSi somos buenos entrenadores, este es un proceso que ya hemos utilizado cientos de veces con nuestros animales. ¿Por qué no utilizarlo también con nuestros aprendices humanos? La aproximación sucesiva es el único método que he utilizado con éxito como consultor. ¡No habrá ningún cambio o progreso si voy y sugiero que el cliente debe dejar de hacer todo lo que le ha funcionado durante los últimos 30 años! No puedo, y de hecho no lo hago, no espero que los adiestradores basados en la coerción dejen todas las herramientas que conocen atrás y cambien a un nuevo conjunto de herramientas de golpe. En cambio, necesito evaluar sus necesidades y hacer la transición lentamente de una o dos herramientas cada vez.

Este proceso de entrenamiento tiene que ser ejecutado cuidadosamente para que el cliente pueda tener éxito en la transición. Ver el éxito será el mayor refuerzo y conducirá a que el cliente desee utilizar más herramientas. Si la transición se introduce correctamente, el cliente suele estar muy dispuesto a cambiar más rápidamente de lo que le voy a permitir. Por mucho que quiera que los clientes utilicen las nuevas herramientas, a veces me veo obligado a ralentizar el ritmo. ¿Por qué? Porque si estos alumnos se cambian demasiado rápido, no estarán preparados para el éxito. Sigo los mismos principios que me han servido adecuadamente como entrenador de animales, construir una base sólida antes de añadir más capas. Nuestros alumnos humanos están haciendo la transición al uso de muchas herramientas que nunca han usado antes. Tenemos tantas ganas de conseguir la transición, que debemos fraccionar el aprendizaje en pasos fácilmente alcanzables y reforzables. Si esperamos que un cliente que quiere aprender a utilizar el refuerzo positivo haga la transición de golpe, estamos haciendo la tarea demasiado difícil.

Refuerzo positivo: ¡se ofrece a todos!

Una preocupación que me ha atormentado durante años es que algunos entrenadores de refuerzo positivo no pueden utilizar las técnicas que utilizan tan bien con sus animales cuando están trabajando con sus clientes humanos. Agradezco la pasión con la que nos aferramos a nuestra convicción de que el refuerzo positivo es un método eficaz y el más humano para utilizar cuando se entrena animales. Pero a veces esa sentida emoción nubla nuestro enfoque para hablar de la ciencia lógica. Más a menudo que no, este enfoque hace que nuestra pasión parezca ser una dura crítica a cualquier persona que no entrena de la misma manera que nosotros. Me temo que algunos que abrazan el refuerzo positivo se olvidan que a menos que se basen en la ciencia y usen el refuerzo positivo con la gente que les rodea, van a dejar de ser efectivos y dejar de convertir a nadie.

Hasta que todos podamos avanzar en esa dirección, ¡no podremos convencer a que hagan el cambio a esos que estén considerando el uso de nuevas herramientas!

En cada entorno de entrenamiento que he trabajado, las personas con las que he trabajado me comentaron que rechazaron el uso del refuerzo positivo no por la ciencia o elementos prácticos de su aplicación, si no debido a la actitud del adiestrador que intentó convertirlos inicialmente. No es la primera vez que lo oigo, pero me alarmó enfrentarme a ese obstáculo tres veces en el lapso de unas pocas semanas. Sé que muchos adiestradores de refuerzo positivo son igualmente buenos en la aplicación de refuerzo con los animales que entrenan y las personas que enseñan. Hasta que todos podamos avanzar en esa dirección, ¡no podremos convencer a que hagan el cambio a esos que estén considerando el uso de nuevas herramientas!

Más por venir

Obviamente este es un tema importante para mí. Quiero desesperadamente difundir la ciencia y la aplicación de técnicas de refuerzo positivo a más personas. Les debemos a los animales ser cuidadosos en enseñar con técnicas científicamente sólidas, prácticamente eficaces y humanamente adecuadas a las personas que quieren mejorar su formación. Pero tenemos que asegurarnos de que no somos nosotros mismos el impedimento que evita que esto suceda.

Periódicamente durante todo el año voy a compartir mis pensamientos acerca de este tema mediante la exploración de otros obstáculos que se interponen en el camino de nuestros esfuerzos para convencer a la gente de las ventajas de un enfoque de refuerzo positivo en el adiestramiento. Espero poder compartir más temas y mantener una larga conversación.

Feliz adiestramiento,

Ken

Traducción ofrecida por Nuria Francés de edogtorial

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